El silencio que ha operado en el sistema educativo ante cuestiones tan importantes en la vida de las personas, como la relación con el propio cuerpo y con las demás personas, tien efectos diferenciales para niños, niñas y adolescentes en contextos de desigualdad social.
Por ello, es necesario generar espacios de palabra en el ámbito educativo que promuevan saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes en relación con el cuidado del propio cuerpo y las relaciones interpersonales.
La educación sexual constituye una práctica constante que, de forma intencionada o no, llevan adelante las familias, educadores, trabajadores de la salud, comunicadores, entre otros. En la escuela, aún cuando no se mencione el asunto los docentes transmiten de forma explícita o implícita, imágenes, ideas, prejuicios, conductas esperables para varones y mujeres a través de las relaciones cotidianas que se establecen con los alumnos.
El Programa de Educación Sexual Integral tiene como objetivos favortecer el conocimiento de la Ley de Educación Sexual Integral y sus lineamientos cuirriculares, iniciar procesos de formación entre la docencia de todos los niveles y generar espacios de acompañamiento y asesoramiento a los docentes y de socialización de experiencias.

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