Situada en el sector noreste de la provincia, esta región cuenta con la mayor diversidad ambiental del territorio. El clima subtropical facilita cultivos, como el algodón y la caña de azúcar, por lo que existen complejos de hilados e ingenios azucareros. Hacia el este, se encuentra el Valle del Río Paraná, caracterizado por sistemas de islas y humedales, que hace posible la práctica de la pesca y un desarrollo ganadero reconocido en el mundo.
Una de las potencialidades de la región es la recuperación de las vías navegables que, junto a otras superaciones en infraestructuras de comunicación y servicios, aportará al crecimiento socio económico del territorio.
Demográficamente se destaca por ser la región con mayor porcentaje de población rural y por sus altos niveles de población infantil y juvenil. En este contexto, las entidades educativas, además de cumplir con su función formativa, son también un lugar para la contención del espacio familiar y comunitario.
Los habitantes de esta parte del territorio santafesino tienen un gran sentido de identidad, por lo que se revalorizan constantemente sus costumbres, fiestas populares y eventos regionales culturales. Asimismo, el sentido de pertenencia se traduce en un fuerte arraigo del trabajo colectivo, por lo que las organizaciones de la sociedad civil son actores determinantes, a partir de los cuales se gestan actividades de cambio y de trabajo en red.
Esta región se destaca por emprendimientos de alta tecnología, metalúrgicos y de servicios varios como, también, de productos artesanales. Esta variedad de productos integran una economía, con un gran potencial de desarrollo, que necesita del fortalecimiento de su infraestructura básica.