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El Museo del Rock Santafesino inició su recorrido en Rosario

El Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe inauguró la muestra itinerante que reúne elementos icónicos del rock santafesino y que se complementa con una programación enfocada en las nuevas generaciones.

Acto de inauguración de la muestra itinerante en Rosario.

El Museo del Rock Santafesino inició su recorrido en la Franja del Río de Rosario el pasado viernes 17 de marzo. Con los galpones 15 y 17 como sedes centrales, la muestra itinerante impulsada por el gobierno provincial, a través del Ministerio de Cultura, dio su primer paso con una celebración que reunió a diversas generaciones de artistas, técnicos, periodistas y público, en un encuentro multitudinario que contó con la presencia de la vicegobernadora Alejandra Rodernas; el ministro de Cultura, Jorge Llonch y el diputado nacional, Roberto Mirabella, el secretario de Cultura de Rosario, Dante Taparelli, entre otras autoridades provinciales y locales.

El encuentro tuvo como primera instancia la recorrida especial encabezada por el propio Llonch, que recibió a una gran cantidad de protagonistas de la historia del rock creado en Rosario. En ése marco, la secretaria de Política e Innovación Sociocultural del Ministerio de Cultura, Florencia Lattuada, hizo un repaso por los grandes núcleos temáticos de la muestra itinerante.

La funcionaria agradeció la labor del amplio equipo de trabajo que puso a punto el proyecto de MU.RO, y remarcó uno de los grandes objetivos del programa: “Este es el inicio, el punto de partida, y después saldrá a girar, porque esto sigue por toda la provincia”.

La muestra itinerante tendrá como gran desafío ampliarse a cada paso, con una propuesta que invita a la participación y aportes de artistas y público, tanto a través de los dispositivos de sala como aportando vía Instagram y Facebook en @museodelrock.sf.

En esta primera etapa, el Museo del Rock Santafesino se nutrió de la producción impulsada por Juan Carlos Baglietto y Fernando Piedrabuena (responsables del sector de baúles que incluye instrumentos, vestuario y objetos icónicos de artistas destacados), pero también y fundamentalmente de parte del enorme archivo que desde hace décadas construye y resguarda Sergio Rébori.

Así lo distinguió Llonch, frente a decenas de artistas, prensa especializada y referentes del rock rosarino: “Juan Baglietto y Fer Piedrabuena son curadores de la muestra, los que tuvieron la idea de cómo mostrar ésto. Quiero destacar además la onda que puso Juan llamando personalmente a músicos consagrados para que aportaran instrumentos, vestuario, elementos. Lo hizo personal. Y también a Sergio Rébori, porque creo que sin Sergio nos hubiésemos perdido etapas fundamentales de la historia. En Rosario en los años ‘60, ‘70 y parte de los ‘80 hubo un montón de músicos haciendo música desde los barrios. Todas esas bandas fueron la base fundamental de una pirámide que se sostuvo para que hubiera músicos que pudieran trascender y llegar a ser consagrados. Sin esa base musical hubiera sido imposible”.

Ya sobre el escenario, y a modo de apertura del festival realizado en el Parque Nacional a la Bandera, frente a los galpones 15 y 17, Llonch expresó que “el gobernador Omar Perotti nos insta a los ministros a marcar la identidad de cada ciudad de la provincia. En ese sentido, quiero hacer un puente con el maravilloso proyecto de Roberto Mirabella que ya tiene media sanción del Senado. Le pedimos a los diputados nacionales de la provincia de Santa Fe que voten el proyecto de declaración de Rosario como capital nacional del rock porque Rosario fue fundamental para que el rock se cantara en castellano. Litto Nebbia tuvo la idea maravillosa de componer canciones propias en español, dio la idea para que todos compusieran en español y que todos pudiéramos comprender esas canciones, cantadas en nuestro idioma. Yo lo llamo soberanía cultural”.

“El rock siempre fue contestatario, peleó por el Boleto Educativo, peleó en la dictadura, estuvo en Malvinas, pudo cantarle al advenimiento a la democracia”, remarcó luego el ministro de Cultura, que además anticipó que “vamos a hacer un gran proyecto con un amigo, Fabián Gallardo, porque Rosario le va a cantar a la paz, a la paz que necesitamos”.

Por su parte, Rodenas mencionó que “la transversalización que tuvo la música de Rosario en toda nuestra provincia y en todo el país amerita que sea la capital nacional del rock, porque pasaron cosas muy fuertes en Rosario. En la muestra hay gente que figura y que no nació en Rosario pero que igual la quiere, que la defiende, que la quiere cuidar incluso de todos aquellos que tanto daño quieren hacernos. Estoy sumamente agradecida a todos los que hicieron esto posible. En nombre del gobierno provincial, tener un lugar así es maravilloso. Celebremos que este espacio esté abierto hasta principios de mayo, que puedan venir con hijos y nietos, que puedan venir las escuelas, que puedan escuchar la música que tramó esta ciudad. Rosario es música y celebremos también que podamos hacer una gran conmemoración por la paz. Es cierto que Rosario está atravesada por una realidad conflictiva, pero la vamos a sacar adelante”, concluyó la vicegobernadora.

Por su parte, Mirabella expresó que “es una felicidad muy grande para mí poder ser parte de este proyecto que fue construido entre todos los equipos. Infinitamente gracias a todos los músicos y músicas que da esta ciudad, esta provincia y este país. Sinceramente gracias”.

LA MÚSICA COMO PUENTE GENERACIONAL

Luego de la apertura oficial, que contó con la conducción de la periodista Patricia Dibert, el escenario comenzó a recibir a las y los artistas que le dieron forma a un concierto inaugural diverso en estética y que fue reflejo del sentido de amplitud etaria que se propone el Museo del Rock Santafesino.

El festival abrió con los primeros acordes lanzados por el joven Antú, talentoso guitarrista de 12 años de edad, junto a Lara y su frescura para cantar en escena con apenas 7 años, una de las puntas de un arco generacional que conectó con el emotivo set en solitario del padre del rock en español: Litto Nebbia.

A lo largo de tres horas, las canciones icónicas sonaron en manos de autores e intérpretes, donde hubo lugar para el riesgo escénico y los abordajes personales. Allí estuvieron las guitarristas Flor Croci y Sofía Pasquinelli sosteniendo con virtuosismo al contundente quinteto de voces que conformaron la legendaria Adriana Coyle, las experimentadas Eugenia Craviotto y Sabina Chiaverano y las jóvenes y talentosas Juana Maidagan y Mica Racciatti, en un set que se amplió luego con la participación de Vera y Martina.

Con Flor Croci como una de las figuras centrales, tanto desde su rol musical como así también desde su condición de curadora de la programación, el cierre del festival estuvo a cargo de Pino KR, nuevo proyecto de Pablo Pino (cantante y líder de Cielo Razzo), que estuvo acompañado por Croci en bajo y coros, Jula Acuña en guitarras y coros, Taka Carlesso en batería y percusión y Juan Cruz Ferro en sintetizadores y programaciones.

Luego de darle forma a un contundente set de canciones propias, el cierre de la noche llegó con la aparición en escena de Coyle, Maidagan y Antú para abordar ese clásico que es “El amor después del amor”. Para que todas y todos los presentes celebraran el nacimiento de este Museo del Rock Santafesino con un principio rector: nadie puede, y nadie debe, vivir sin amor.

La muestra itinerante podrá visitarse en el Galpón 17 de jueves a domingos de 18:00 a 22:00 horas, siempre con entrada gratuita, y la programación completa puede consultarse en www.santafecultura.gob.ar.

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