La ministra de Educación, Claudia Balagué, fue invitada como oradora al Encuentro Mundial de Valores, realizado del 6 al 8 de octubre, en Monterrey (México), para presentar la política educativa de la provincia de Santa Fe, en una mesa de educación ciudadana.
El encuentro es el noveno que se realiza con la convocatoria como oradores a referentes y líderes políticos, científicos y espirituales del mundo. Este año el lema fue “El ser-ciudadano. Democracia participativa y cultura cívica para la transformación social”. Balagué, junto al economista y sociólogo Bernardo Kliksberg, fueron los únicos participantes por la Argentina.
El Encuentro Mundial de Valores es un organismo autónomo y apartidista creado para promover los valores a través de programas, proyectos o acciones específicas. Durante los dos días del congreso, contó con la presencia de disertantes como Oscar Arias (Premio Nobel de la Paz 1987 y expresidente de Costa Rica), Baltasar Garzón (juez español que aboga por la defensa y promoción de los Derechos Humanos) y Sergio Fajardo (hacedor de la transformación de Medellín), entre otros.
Balagué compartió la mesa con Andreas Müller, un especialista de Alemania, que habló del modelo dual de formación escuela-empresa; y Lucero Nava Bolaños, de la secretaría de Educación de Puebla. El moderador fue Bernardo Kliksberg.
EDUCACIÓN Y CULTURA CÍVICA
Balagué se refirió a la política educativa de Santa Fe, que alcanza a 860.000 alumnos de 4800 escuelas: “Llevamos 10 años de gobierno socialista que ha permitido tener ejes claros en educación, priorizando el área con el 35% de inversión del Presupuesto provincial”, indicó.
Tras explicar los tres ejes de la política educativa en los que se viene trabajando (inclusión, calidad y la escuela como institución social), la ministra sostuvo que este año se está haciendo foco en el diseño de una ley de educación provincial, con un proceso de consulta participativo y basado en derechos; y entre los especialistas consultados para la construcción de la ley, se convocó a Miguel Martínez Martín, de la Universidad de Barcelona.
“Coincidimos en aquello que sostiene Martín, de que la escuela tiene que garantizar al menos tres valores que crean un clima moral que permite construir una sociedad democrática: el cultivo de la autonomía, el diálogo como única forma de abordar los conflictos y las diferencias, y el reconocimiento de la diversidad, la diferencia, no la desigualdad”, destacó Balagué.
En base a esos tres valores y con la premisa de que en la escuela se aprende haciendo, la ministra se explayó sobre algunos programas y propuestas de construcción de ciudadanía que viene implementando el Ministerio de Educación de Santa Fe, entre ellos, la Pedagogía Emprendedora (a partir del modelo de Fernando Dolabela, de Brasil), el programa de Muturalismo y Cooperativismo Escolar, o los procesos de participación en los ensayos electorales en las escuelas, la formación de centros de estudiantes y el presupuesto participativo joven con el involucramiento de las escuelas secundarias.
También mencionó la promoción del “diálogo” en la escuela a través de los Consejos de Convivencia Escolar, el programa Lazos para la prevención de la violencia y el consumo problemático de sustancias o las Tertulias Literarias, un dispositivo para fomentar la escucha y la expresión de la ideas: “Queremos que en las escuelas se hable sobre drogas y violencias, que no sean temas que se oculten”, consideró.
Finalmente, sobre el tercer valor del respeto a la diversidad, destacó el programa de Educación Sexual Integral, el trabajo en la interculturalidad con los pueblos originarios (el pueblo Mocoví y Toba) y el diálogo intergeneracional a través de la propuesta de Comunidades de Aprendizaje, en la que las familias colaboran en las aulas.
“Cuando trabajamos desde esta perspectivas de valores es muy interesante ver cómo los chicos se involucran. Con agradable sorpresa hemos notado que los que más han propuesto valores para la futura Ley de Educación provincial son nuestros niños y jóvenes”, cerró Balagué, después de resaltar la inclusión educativa de más de 18 mil jóvenes a través del plan Vuelvo a Estudiar.
CONCLUSIONES
Al finalizar las ponencias de la mesa, Kliksberg destacó que tanto el sistema educativo de Santa Fe como el de Puebla, “no solo enseñan bien, con las ideas más modernas, sino que enseñan sentidos, valores; quieren formar no solamente chicos de secundario que puedan entrar en las mejores universidades, sino buena gente, buenos ciudadanos. En estos dos sistemas, hay esperanza”.
