El Museo Histórico Provincial de Santa Fe “Brigadier Estanislao López”, dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura, reabrirá este jueves sus puertas luego de importantes trabajos de refacción de su edificio, además de la investigación y creación de nuevos relatos sobre sus colecciones.
Será a las 19:30, en la histórica Casa de Diez de Andino, que alberga al museo, ubicada en San Martín 1490, de la ciudad de Santa Fe. En la oportunidad, quedarán inauguradas la muestra patrimonial “Historias de acuerdos conflictos” y la muestra documental “Imagen hecha papel y memoria”.
Esta reapertura es la culminación de un proceso de interrogación interno, que buscó repensar el museo desde sus objetivos, sus colecciones y su edificio, pero también desde las personas que lo hacen día a día: sus trabajadores, colaboradores, públicos y vecinos. Todos estos actores y dimensiones, que conforman la identidad de la institución, fueron puestos en diálogo para lograr esta nueva propuesta.
La primera etapa del proceso se enfocó en la recuperación del edificio: una bella casona histórica de estilo colonial conocida como “Casa Diez de Andino”, convertida en museo en 1943 y declarada Monumento Histórico Nacional en el año 2000.
En la segunda etapa, pinturas, muebles, fotografías, vestimentas y documentos fueron puestos nuevamente en discusión para pensar una propuesta museológica crítica que se complete a partir de la mirada de los visitantes. Las preguntas seguirán abiertas aunque la propuesta esté establecida porque el museo, sus colecciones y su guión no son estáticos, sino que se resignifican a partir de los nuevos contextos de la sociedad en la que están insertos.
LA VIEJA CASA
La restauración de la emblemática casa incluyó la reparación de estructuras, la renovación de espacios, la incorporación de rampas para accesibilidad, la creación de sectores de descanso, y el reemplazo de los sistemas eléctrico y de iluminación, entre otras.
La Casa de Diez de Andino es un inmueble de importante valor arquitectónico y patrimonial. Esta casa fue edificada frente a la Plaza Mayor y al Cabildo de la ciudad, considerado el centro político, social y religioso de Santa Fe hasta principios del siglo XX. De esta manera, el edificio es protagonista permanente de la historia de la comunidad, un documento de los cambios urbanos en esta zona de la ciudad.
Aún en su estado actual, incompleto debido a las diversas divisiones testamentarias del solar, la Casa Diez de Andino se destaca como una de las viviendas -junto con la de los Aldao- más antiguas que se conservan en la Argentina. Ambas datan de finales del siglo XVII y documentan, además, tipologías de arquitectura doméstica que no tienen otros registros materiales que hayan llegado hasta el presente.
Todas estas razones, llevaron a que las obras realizadas en el edificio fueran pensadas no solo desde los aspectos técnicos, sino también desde el planteo de su funcionalidad, en tanto museo y monumento histórico. Poniendo bajo una mirada crítica lo que esto significa en términos de identidad, de encuentro, de reflexión, de diálogo y de interrogantes; pensando un espacio idóneo para propiciar esas dinámicas entre los visitantes y los objetos como parte de un relato, el entorno y entre ellos mismos. Es en este proceso de repensar el edificio y su recuperación en que ambas caras del proceso de renovación del Museo confluyen, volviéndolo integrado para ser habitado por todos.
LA NUEVA PROPUESTA MUSEOLÓGICA
Además de las reparaciones edilicias, el proceso de renovación del Museo Histórico implicó una fuerte apuesta a repensar el Museo y sus colecciones, actualizando relatos y criterios de exhibición. Este objetivo abrió un camino de preguntas y de búsqueda de los saberes en los lugares no tradicionales, en los márgenes. Sus fuentes no son únicamente los libros, objetos y documentos, sino también los aportes que se realizan por la misma ciudad y sus habitantes.
Desde este replanteo, hay tres grandes nociones que se pusieron en juego atravesando la nueva propuesta: las memorias, los acuerdos y los conflictos. Entendiendo que los procesos históricos están lejos de ser lineales y, por lo tanto, siempre se construyen en base a subjetividades, a negociaciones, a diferentes voces y relatos. A partir de ese enfoque se abordan diferentes procesos de la historia santafesina desde fines del siglo XVIII.
En la propuesta temporaria, se presentan imágenes capturadas por Pedro Tappa y Augusto Lutsch, primeros fotógrafos que trabajaron en la ciudad. Estas fotografías pertenecieron a Clementino Paredes, un ciudadano que las coleccionó y comentó dentro del mismo material fotográfico, enriqueciendo estos documentos.
En el caso de la muestra patrimonial, la exposición da cuenta de una nueva mirada sobre las colecciones del Museo. Esto implica una lectura ampliada para reflexionar la historia de la ciudad y la provincia, desde las historias ya contadas, pero también desde otras no reconocidas anteriormente: las silenciadas o las reversionadas. Así, el Museo busca interpelar a los visitantes como integrantes de una historia nacional que involucra a todos, como protagonistas en tratados, contradicciones y consensos.