Desde el 4 de enero, funcionan en distintas localidades de la provincia 191 colonias de verano para niños de entre 4 y 13 años. Muchos de ellos, tienen discapacidad y relizan las actividades acompañados por los docentes y asistentes requeridos.

El deporte, se convierte de esta manera en el principal medio de inclusión de los sujetos con discapacidad. A partir del fortalecimiento y consolidación en este medio, se favorece la inclusión en otros ámbitos de la sociedad; se propone jugar, saltar, correr, nadar, reír, sin espacios diferenciados, todos con todos, constituyendo a las niñas, niños y adolescentes con discapacidad como sujetos de derechos.

“Las vacaciones ahora no significan el regreso al hogar de los chicos discapacitados, sino que representa volver a la pileta, a jugar y a seguir creciendo en una sociedad que asume las diferencias y las incluye”, apuntó la ministra de Educación.

En el mismo sentido, Claudia Balagué dijo que “si no logramos ver estas barreras no podremos derribarlas. Hay muchas cosas que hacemos que no están pensadas para aquellos niños y adolescentes que tienen algún tipo de discapacidad. Tenemos que generar una sociedad mejor; si un niño no puede ir a una colonia de vacaciones a nadar, a jugar, porque no tenemos preparadas nuestras colonias, la verdad es que no estaremos haciendo una sociedad inclusiva e integrada”.

En tanto, la Subsecretaria de Inclusión para Personas con Discapacidad establece que “las Colonias proponen un espacio de encuentro, convivencia y recreación que beneficia ampliamente a los procesos de autonomía y revalorización de los derechos”.

En este sentido, el Subsecretario de Inclusión para Personas con Discapacidad del Ministerio de Salud , Sr. Maximiliano Marc expresó que “de esta forma pensamos en espacios verdaderamente inclusivos tomando de forma transversal la temática de la discapacidad en las diferentes áreas del estado. El derecho a la recreación y al deporte está garantizado a todos los niños y jóvenes de nuestra provincia con y sin discapacidad”.

Testimonios

Norma, es docente de la Escuela Especial Nº 2097 de barrio las Flores, de la ciudad de Rosario. Es la primera vez que participa de las Colonias de verano. “Vienen niños con discapacidades subjetivas, chicos con dificultades en alguna cuestión psíquica o tienen síndrome de down, o algún grado de retardo. Son jóvenes y adolescentes que requieren de una poyo para ser integrados a las actividades grupales. La idea es que puedan adaptarse, participar, crear vínculos diferentes a los que ya tienen”.

Asimismo, la docente explicó: “La actividad del docente integrador es adaptarse a las actividades que plantea el Profesor de Educación Física.. flexibilizar tiempo, espacios, velocidad en algunas de las actividades, quitar consignas y variarlas. Es una modalidad diferente, recreativa, más alegre. No es la estructura de la escuela tradicional, tiene flexibilidad”.

Mía tiene siete años y parálisis cerebral. Había sido inscripta en una colonia de vacaciones privada de la ciudad de Santa Fe pero luego de las primeras reuniones, los organizadores decidieron no incluirla en su matrícula. Su familia, decidió enviarla a la Colonia de Verano del CEF Nº 29. Allí, todos los días realiza actividades acompañada por profesores especiales. “Hace unos días la operaron de las piernas, y necesitaba hacer deporte. Es gratuita y hay docentes que están con ella. Va muy contenta con sus amigos”, señaló Matías, su papá.